sábado, 21 de febrero de 2009

De lo habitual y el cambio


No aceptes lo habitual como cosa natural
pues en tiempo de desorden,
de confusión organizada,
de arbitrariedad conciente,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural,
nada debe parecer imposible de cambiar…

martes, 17 de febrero de 2009

Qué es un Jefe y qué un Líder

By Pablo Gimenez

Existen diferencias entre ser un jefe y ser un líder, entre ellas:

Para el Jefe, la autoridad es un privilegio de mando y para el Líder un privilegio de Servicio.

El Jefe ordena: “Aquí mando yo”, el Líder: “Aquí sirvo yo”.

El jefe empuja al grupo y el Líder va al frente comprometiéndose con sus acciones.

El Jefe existe por la autoridad, el Líder por la buena voluntad.

El Jefe necesita imponerse con argumentos extensos, el Líder con ejemplos entrañables.

El Jefe inspira miedo, se le teme, se le sonríe de frente y se le critica de espalda.

El Líder inspira confianza, da poder a su gente, los entusiasma y cuando está presente, fortalece al grupo.

Si temes a tu superior, es Jefe.

Si lo amas es un Líder.

El Jefe busca al culpable cuando hay un error.

El que la hace la paga.

Sanciona, castiga, reprende, cree arreglar el mundo con un grito o con una infracción.

El Líder jamás apaga una llama encendida, corrige pero comprende, no busca las fallas por placer, sino para rehabilitar al caído.

El Jefe asigna los deberes, ordena a cada quien lo que tiene que hacer, mientras contempla desde su lugar cómo se le obedece.

El Líder da el ejemplo, trabaja con y como los demás, es congruente con su pensar, decir y actuar.

El Jefe hace del trabajo una carga, el Líder un privilegio.

Los que tienen un Líder, pueden cansarse más no fastidiarse, porque el Líder transmite la alegría de vivir y de trabajar.

El Jefe sabe cómo se hacen las cosas, el Líder enseña como deben hacerse.

Uno se guarda el secreto del éxito, el otro capacita permanentemente, para que la gente pueda hacer las cosas con eficacia.

El Jefe maneja a la gente, el Líder la prepara.

El Jefe masifica a las personas convirtiéndolas en números o fichas.

El Líder conoce a cada uno de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas.

Respeta la personalidad, se apoya en el hombre concreto, lo dinamiza y lo impulsa constantemente.

El Jefe dice, “vaya”, el Líder “vayamos”.

El Líder promueve al grupo a través del trabajo en equipo, forma a otros Líderes, consigue un compromiso real de todos los miembros, formula planes con objetivos claros y concretos, motiva, supervisa y difunde el ideal de una esperanza viva y una alegría contagiosa.

El Jefe llega a tiempo, el Líder llega adelantado.

“Un pie adelante del grupo, una mirada más allá de los seguidores” el que inspira, el que no se contenta con lo posible sino con lo imposible.

El Líder hace de la gente ordinaria, gente extraordinaria.

La compromete con una misión que le permita la trascendencia y realización.

Le da significado a la vida de sus seguidores, un porqué vivir, es un arquitecto humano.

No todos pueden ser “líderes”.

Lo importante es saber la diferencia.

lunes, 16 de febrero de 2009

No reacciones, mantén el control

Viernes, 13 Febrero, 2009 by Pablo Gimenez

No reacciones, mantén el control.

No es bueno que cualquiera te controle.
Conserva tus impulsos junto a la prudencia.
Aunque así lo parezca, nadie tiene el poder para ofenderte.
El problema no está en lo que te acontece.
Está en lo que piensas acerca de lo que te acontece.

No reacciones, mantén el control.

Un grito, un desplante o una ofensa,
surgen de la debilidad del agresor.
Mira su angustia, su soledad, su miedo, su vacío.
Mira su tristeza, su dolor, su frustración y su envidia.
Entonces podrás hacerte inmune a sus agravios.

No reacciones, mantén el control.

Usa tu inteligencia y conviértete en la niebla.
La niebla no sufre, pues se deja atravesar y no responde.
Recuerda que cada quien es esclavo de su inconsciencia.
De sus niveles de ignorancia o de sabiduría.
Cada quien decide el tamaño de su cárcel.
Y el instrumento de medida está en su mente.

No reacciones, mantén el control.

Quien parece presionarte y agredirte,
solo te toma como excusa para equilibrar su miedo.
El trueno estalla únicamente para expresarse.
Y aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles.
Maneja tus emociones.
No las reprimas, aprende a dirigirlas.

No reacciones, mantén el control.

No cedas fácilmente a las provocaciones.
Quien te presiona no desea dañarte sino sentirse mejor.
Aprende a comprender las motivaciones de las personas.
Aprende a dirigir tus emociones.


Nuestras relaciones nos definen

Martes, 23 Diciembre, 2008 by Pablo Gimenez

Con el paso de los años, solo seriamos más viejos sino fuera por dos cosas: los libros que leemos y la gente con la que nos relacionamos.

Esto es lo que le da forma y esencia a nuestra vida.

Las personas que elegimos para compartir nuestro tiempo, casarnos o asociarnos, son una muestra de lo que pensamos de nosotros mismos, de nuestros valores y del lugar que ocupamos en el mundo.

Hay varios tipos de relaciones: algunas nos nutren, nos confortan y suplen nuestras carencias.

Otras nos divierten, nos inspiran, nos retan y nos hacen crecer.

Otras quizá, nos hacen daño al sabotear nuestro crecimiento o minar nuestro autoestima.

Por supuesto, estas últimas, tendríamos que cortarlas por lo sano.

Sin embargo, en cualquier relación puede rondar una que otra amenaza que impide que los lazos se profundicen y fortalezcan.

Una de las amenazas la representa muy bien el cuento de aquel señor que, después de haber sembrado su jardín con árboles frutales y bellas flores junto al rio, se sentaba orgulloso en su terraza para disfrutar de su obra.

De pronto, ve que un niño seguido por un perro pisa sus flores al perseguir una pelota.

Enojado, decide construir una pequeña barda para evitar el paso.

Satisfecho, terminada la barda, se sienta para disfrutar de su hermoso jardín, ahora sí sin peligro.

Al rato, ve que un venado asoma la cabeza para morder, sus verdes setos.

Enfurecido, decide elevar mas la barda para impedirlo.

Cuando se disponía a sentarse una vez más, observa como se detiene una parvada de pájaros para comer de sus manzanas.

Furioso, decide techar el jardín para que nada ni nadie lo maltrate.

Cuando saca su silla y ve aquel cuarto oscuro sin vida, sin los niños, sin el sonido del agua, sin la vista de los pájaros y de los animales, se da cuenta de su soledad y decide tirar todo para que, una vez más, otros lo visiten y disfruten el jardín.

Esta es una amenaza que ronda cualquier relación: el egoísmo que nos impide compartir libremente lo mejor que tenemos y exigir que el otro sea, piense y actúe como nosotros queremos.

Lo irónico es que una vez que logramos tener relaciones valiosas, con frecuencia las descuidamos.

Como dice Milan Kundera: ” La velocidad crea el Olvido”.

El tiempo pasa tan rápido que la ilusión nos hace pensar que estamos cerca de alguien con quien hace mucho no nos hemos comunicado, ni siquiera por escrito.

Les puedo garantizar algo, esa relación no se ha fortalecido.

La ausencia no fortalece una relación, la debilita.

O peor aún, tenemos relaciones en las cuales estamos presentes, pero en realidad, estamos tan ausentes y distantes.

Olvidamos con facilidad que la calidad de nuestra existencia humana se cimienta en nuestras relaciones.

O, ¿acaso podemos ser felices solos?





Ana el Señor Tu Dios te ama, que tu fe no decaiga. Bienaventurados los que sufren porque ellos seran consolados.

Oración

By Pablo Gimenez

Que hoy haya paz dentro de ti, que puedas confiar en tu poder más alto pues estás exactamente donde debes estar, que no olvides las posibilidades infinitas que nacen de la fe, que puedas usar esos regalos que has recibido y transmitir el amor que te ha sido dado, que puedas sentirte satisfecho sabiendo que eres un niño de Dios.

Permite que su presencia se establezca en tus huesos y permite a tu alma la libertad para cantar, bailar y calentarse en el sol, que está allí para todos y cada uno de nosotros.


Cinco cosas importantes

By Pablo Gimenez

1. La pregunta más importante

Durante mi segundo semestre en la escuela nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?. Seguramente esto era algún tipo de broma.
Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?. Entregué mi examen, dejando la ultima pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le pregunto al profesor si la ultima pregunta contaría para la nota del examen. Absolutamente, -dijo el profesor-. En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: ¡Hola!.

Yo nunca olvidé esa lección.

También aprendí que su nombre era Elena.
TODOS SOMOS IMPORTANTES.

2. Auxilio en la lluvia

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer de edad avanzada estaba parada en la banquina de una autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, decidió detener el próximo coche. Un joven se detuvo a ayudarla, a pesar de la fuerte lluvia.

El joven la llevo a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Anoto la dirección del joven, le agradeció y se fue.

Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de la casa del joven. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo.

Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: “Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

Sinceramente, La Señora Fernández”
NO ESPERES NADA A CAMBIO Y LO RECIBIRÁS.

3. Siempre recuerda aquellos a quienes sirves

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entro en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él. “¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuates?”, -pregunto el niño-. Cincuenta centavos, respondió la mesera. El niño sacó la mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.

“¿Cuánto cuesta un helado solo?”, volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas.

“Quiero el helado solo”, dijo el niño. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño terminó el
helado, pago en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió a la mesa, empezó a limpiarla y entonces le costo tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos…, su propina.
JAMÁS JUZGUES A ALGUIEN ANTES DE TIEMPO.

4. Los obstáculos en nuestro camino

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del reino y cortesanos pasaron y simplemente la rodearon. Muchos culparon al rey ruidosamente por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces vino un campesino, llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
SI ALGUNA VEZ CAES, LEVÁNTATE Y SIGUE ADELANTE

5. Donando sangre

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse, aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar solo por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz”.

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña.

Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa “¿A que hora empezaré a morirme?”

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor;
pensaba que le daría toda su sangre a su hermana.
Y aún así se la daba.
DA TODO POR QUIEN AMAS.


Señor… ayúdame

By Pablo Gimenez

Señor… ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor… si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

UnMensajeParaTi.com.ar

jueves, 12 de febrero de 2009

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yo soy

hola, yo soy Sonia de los Angeles, y quiero comentar que soy Reiki Master, ademas Reflexologa y consejera floral, atiendo personas con estas terapias y con excelentes respuestas... vivo en córdoba, argentina