lunes, 16 de febrero de 2009

Ana el Señor Tu Dios te ama, que tu fe no decaiga. Bienaventurados los que sufren porque ellos seran consolados.

Oración

By Pablo Gimenez

Que hoy haya paz dentro de ti, que puedas confiar en tu poder más alto pues estás exactamente donde debes estar, que no olvides las posibilidades infinitas que nacen de la fe, que puedas usar esos regalos que has recibido y transmitir el amor que te ha sido dado, que puedas sentirte satisfecho sabiendo que eres un niño de Dios.

Permite que su presencia se establezca en tus huesos y permite a tu alma la libertad para cantar, bailar y calentarse en el sol, que está allí para todos y cada uno de nosotros.


Cinco cosas importantes

By Pablo Gimenez

1. La pregunta más importante

Durante mi segundo semestre en la escuela nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?. Seguramente esto era algún tipo de broma.
Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?. Entregué mi examen, dejando la ultima pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le pregunto al profesor si la ultima pregunta contaría para la nota del examen. Absolutamente, -dijo el profesor-. En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: ¡Hola!.

Yo nunca olvidé esa lección.

También aprendí que su nombre era Elena.
TODOS SOMOS IMPORTANTES.

2. Auxilio en la lluvia

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer de edad avanzada estaba parada en la banquina de una autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, decidió detener el próximo coche. Un joven se detuvo a ayudarla, a pesar de la fuerte lluvia.

El joven la llevo a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Anoto la dirección del joven, le agradeció y se fue.

Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de la casa del joven. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo.

Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: “Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

Sinceramente, La Señora Fernández”
NO ESPERES NADA A CAMBIO Y LO RECIBIRÁS.

3. Siempre recuerda aquellos a quienes sirves

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entro en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él. “¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuates?”, -pregunto el niño-. Cincuenta centavos, respondió la mesera. El niño sacó la mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.

“¿Cuánto cuesta un helado solo?”, volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas.

“Quiero el helado solo”, dijo el niño. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño terminó el
helado, pago en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió a la mesa, empezó a limpiarla y entonces le costo tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos…, su propina.
JAMÁS JUZGUES A ALGUIEN ANTES DE TIEMPO.

4. Los obstáculos en nuestro camino

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del reino y cortesanos pasaron y simplemente la rodearon. Muchos culparon al rey ruidosamente por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces vino un campesino, llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
SI ALGUNA VEZ CAES, LEVÁNTATE Y SIGUE ADELANTE

5. Donando sangre

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse, aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar solo por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz”.

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña.

Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa “¿A que hora empezaré a morirme?”

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor;
pensaba que le daría toda su sangre a su hermana.
Y aún así se la daba.
DA TODO POR QUIEN AMAS.


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